La espiritualidad no es exclusiva de religiones ni rituales complejos; es una forma de vivir con conciencia, amor y conexión con lo invisible. Puede comenzar con una simple práctica de gratitud cada mañana, observar el silencio, o reconocer la belleza en lo cotidiano. Al prestar atención a nuestro interior, a nuestras emociones y pensamientos, creamos un puente hacia algo más grande que nosotros. La espiritualidad es ese recordatorio de que no estamos solos, que todo tiene un propósito, y que el crecimiento interior es tan importante como cualquier logro externo.
La espiritualidad cotidiana: conectar con lo invisible
